El bebe lleva a la boca un trozo de de manta, sabana o
almohada, este objeto adquiere una
importancia vital para el pequeño, el cual lo utilizara en el momento de
dormirse.
Suele aparecer entre el cuarto y el doceavo mes en el momento
en el que bebé comienza a diferenciarse de su madre.
El chupete no es un objeto transicional ya que
es dado por la madre, también excluye los movimientos autoestimulativos como la
succión del pulgar y aquellos que se dirigen al cuerpo de la madre , puesto
que no responden a los criterios de transición entre lo subjetivo y lo
objetivo, entre el niño y la madre.
El objeto varía con la edad: entre 4 y 12 meses el niño adopta
a menudo un trozo de tela o lana y poco a poco, hacia los dos años, con el comienzo
de la creatividad imaginaria aparecen el
osito, la muñeca o el juguete.
La intensidad del apego es máxima a los 2 años.
¿Por qué crea el niño
el apego al objeto transicional?
Una madre no puede satisfacer siempre la necesidad
momentánea del niño, estos pequeños “fallos” llevan al niño a tomar conciencia
de la separación existente entre él y su madre, pero sintiendo quebrantada su
seguridad. Esto va a empujar al niño a buscar los medios para satisfacer estas
carencias.
Es así como el niño va a crear el objeto transicional, su
utilización simboliza la reunión con la
madre a fin de evitar la ruptura de su continuidad existencial, cuando la madre
no está disponible.
¿Es normal tener un
objeto transicional?
El objeto transicional es un fenómeno normal, que le ayuda a
separarse de la madre y que permite un mejor equilibrio afectivo, abre al niño
al mundo de los símbolos desarrollando así la imaginación y la creatividad.
La utilización de un objeto para facilitar el sueño es lo suficientemente frecuente como para ser
considerada normal.
Si se admite el esquema evolutivo propuesto por
Winnicott, se puede pensar que los fenómenos transicionales son necesarios para
el desarrollo intelectual y afectivo del niño.
Según otros autores, (Gaddini y Litt) observan que el hecho de que un niño tenga o no objeto transicional
depende de factores educativos y culturales, encontrando que :
- la frecuencia de utilización de un objeto transicional aumenta en proporción inversa a la duración de la lactancia y con la edad en la que el niño deja de dormir en la habitación de los padres
- los niños que menos utilizan el objeto transicional , duermen más tiempo en la habitación de los padres e incluso en la misma cama y también son menos cuidados por extraños a la familia.
Estos autores concluyen:
cuanto más estrecho sea el contacto con la madre y menos separación exista, la
madre sigue siendo la fuente de tranquilidad y menos necesitan de un objeto
transicional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario