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miércoles, 18 de junio de 2014

Como trasmitir a tus hijos/as tus propias neuras

Recuerdo a mi hija con tres  cuatro años, cuanto nos gustaba jugar juntas a crear historietas, montábamos zoológicos, todos los muñecos tenían vida.

Jugábamos juntas…?

Nooo, era yo la pretendía que jugáramos juntas, ella quería jugar conmigo, pero era SU juego, ella decía donde, como, cuando, que decían sus personajes y que decían los míos y en tono.

…y a mi eso me molestaba¡¡¡ yo quería que jugáramos las dos, participar activamente del juego; aún recuerdo la incomoda sensación de rabia y la gran confusión que me provocaba esa emoción.

¿De donde venia esa emoción?
¿Por qué no podía como adulta respetar su juego y acompañarlo ¿
¿Por qué esa necesidad de intervenir?
¿Quizás yo no jugué lo suficiente en mi infancia?

El proceso de reconocer como los patrones de conducta adquiridos en la infancia interfieren en la salud emocional de nuestros hijos/as puede ser muy doloroso.
¿Por qué me enfado cuando mi hija se enfada?
¿Cómo soportar una expresión intensa de rabia cuando tuvimos que reprimir la nuestra?

Si nuestras emociones fueron ignoradas, ridiculizadas, aplastadas, la intensidad de las emociones infantiles pueden resultarnos insoportables, puesto que en la misma medida que nuestras propias emociones han sido reprimidas podemos soportar las de otros.

Es duro darse cuenta, asumir e intentar ser conscientes de nuestras propias carencias y tratar de volcarlas lo menos posible en nuestros hijos.

Siempre duele menos pensar que las criaturas son unas mal educadas que solo quieren llamar nuestra atención y fastidiarnos.


miércoles, 11 de junio de 2014

El contacto es el lenguaje priario de la vida

Tanto Neill, con su experiencia en Summerhill, como Reich reconocieron el daño que se les hacía a los bebés y niños cuando sus necesidades se manejan de forma errónea y las consecuencias que esto podía tener en sus vidas.
Nuestro sentido del yo está formado por la experiencia y nuestras experiencias más tempranas forman el núcleo de lo que somos, en función del cual se construirán las percepciones futuras. 
El contacto es el lenguaje primario de la vida. Es el medio a través del cual los recién nacidos experimentan el mundo de forma
más inmediata. Como somos tocados en esas primeras horas, días, semanas y meses nos habla de quienes somos: Si somos personas queridas y amadas o si llegamos a la vida como inmigrantes extraños e incomprendidos. Nuestras relaciones con el mundo comienzan a tomar forma. 



¿Es un lugar donde se satisfacen nuestras 
necesidades o impone su propias normas mecánicamente y sin cariño? Cuando pedíamos a gritos contacto con otra persona, ¿se nos apoyaba y tranquilizaba o se nos dejaba llorar sin oírnos ni hacernos caso hasta que nos rendíamos agotados? Estas experiencias nos forman.
Cuando tomábamos el pecho, ¿ estaba el pezón cálido, húmedo y vibrante al entrar en contacto con las sensibles membranas de nuestra boca? ¿O estaba duro, frío y contraído?  ¿Qué veíamos cuando mirábamos a los ojos a nuestra madre? ¿Era amor y cariño , ambiguedad o incluso odio? Si protestáramos ¿Cómo se acogían nuestras quejas? ¿Con indiferencia? ¿Enojo? ¿Comprensión? 
¿Que nos dice esto sobre lo que podemos esperar de la vida?


Texto extraído de : Una infancia en libertad de Matthew Appleton. Autorregulación en la escuela.

martes, 10 de junio de 2014

¿Somos conscientes de las consecuencias que tiene para el bebé una separación temprana?

Ayer leí un post sobre una famosa que deja a su bebé de 5 meses para irse a trabajar fuera del país durante un mes, Lo primero que pensé fue: que triste , pobre bebe..¿Que situación puede llevar a una madre a separarse durante un mes de su bebé recién nacido?
¿Cuantas muchas madres se ven obligadas a dejar a sus bebés tras la miserable baja por maternidad de 4 meses que “disfrutamos” en nuestro país?
¿Somos conscientes de las consecuencias que tiene para el bebé una separación temprana?



La situación es dramática y creo que se da por una falta información y de sensibilización social con respecto a las necesidades del bebé.
la separación a edades tan tempranas tiene graves consecuencias ; informemos pues:
El bebé humano se caracteriza por su prematuridad, es decir, nace totalmente vulnerable e inmaduro biológica y emocionalmente, esto implica que hasta los 9/12 meses de vida podemos considerar al bebé como un feto extraútero, que necesita atenciones especificas para su maduración progresiva. Cuidados físicos, alimentación, contacto corporal piel con piel y presencia materna afectiva y emocional...
El bebé no tiene capacidad neocortical, que se desarrollará completamente a los dos años, su funcionamiento responde al sistema límbico y por tanto emocional.
Durante los primeros seis meses de vida el bebé no puede realizar distinción entre el mundo interno y el externo. Vive en una fase de fusión o simbiosis con la madre.
La necesidad emocional más temprana es el contacto con la madre, durante  los primeros nueve meses después del nacimiento el bebé registra las primeras impresiones del mundo.
Los bebés necesitan atención continuada y contacto corporal casi permanente durante el primer año de vida.
El mundo interno del bebé se forma a partir de las experiencias de contacto y placer con la madre, si lo que incorpora es bueno (afecto, contacto, atención de sus necesidades) el bebe se vincula profundamente con la madre, desarrollando un apego seguro y confianza en la vida. El bebe depende del anclaje de la madre para canalizar la intensidad de sus pulsaciones vitales, solo la presencia ancladora de la madre hace posible el proceso de autorregulación del bebe.
Consecuencias  de la separación temprana:

Si no atendemos su necesidad de contacto, el bebe siente que el mundo ignora su necesidad, su intento de conexión con el exterior fracasa produciendo una progresiva percepción de inseguridad básica respecto a si mismo y una profunda desconfianza con respecto al mundo interno.
Los procesos vitales del bebe sufren directamente si sus necesidad de contacto emocional con la madre no es satisfecha.

Durante los primeros meses de vida se organiza la base afectiva de una persona, comporta los registros primordiales de confianza básica en el otro y en la propia especie. Si la satisfacción oral y afectiva no es suficiente, la carencia tiende a generar en el bebé una permanente expectativa de ser cuidado y atendido. Este deseo insatisfecho se conserva con la fijación de un estado carencial, para toda la vida.



viernes, 6 de junio de 2014

El mito de Aprender jugando


Aprender jugando... suena bien eh?
El famoso dicho de la letra con sangre entra está pasado de moda, así que ahora los educadores más comprometidos y progresistas se esfuerzan en diseñar métodos de enseñanza creativos y más informales, lo que en el ámbito escolar es de agradecer y de valorar.
Un claro ejemplo lo tenemos en el Método Montessori de la enseñanza a través del juego, donde se usan elementos especiales para enseñar a los niños y las niñas cosas especificas. El juego lo guían los adultos con una meta específica.
Esto sigue demostrando la desconfianza adulta en la capacidad de aprendizaje de las criaturas.
Ya sea que introduzcamos la enseñanza en el juego o el juego en la enseñanza estamos haciendo lo mismo;  engañando a los niños y mezclando nuestras inquietudes fingiendo que respetamos las suyas., es simplemente irrespetuoso.
Presionar a las criaturas para que aprendan destruye su deseo de aprender.


¿Estamos disfrazando al lobo con piel de cordero?
¿Por qué tenemos esta obsesión en convertir todo lo que hacen los niños en una experiencia de aprendizaje?
¿Qué pasaría si las clases fueran voluntarias?
¿Y si no presionamos a los niños para que aprendan a leer o escribir?
El aprendizaje es un proceso que nace de dentro hacia fuera, a medida que los niños y las niñas se desarrollan de forma natural ,quieren aprender,  por una necesidad de conocer el mundo que les rodea y que esta lleno de letras, de números, de cosas por investigar. 
Pero al forzar el aprendizaje (aunque sea disfrazándolo de juego) estamos separando el conocimiento del disfrute y convirtiéndolo en algo abstracto para el niño que busca el placer, convirtiendo el aprendizaje en algo a evitar.
Si los niños y las niñas tienen la oportunidad de ir a clase voluntariamente, lo hacen por que quieren aprender y si no asisten a clase es por que tienen cosas más importantes que hacer.
Realmente gran parte de lo que se enseña en la escuela tiene poco significado en la vida real y práctica para los niños y lo que les sirve lo pueden aprender en mucho menos tiempo y voluntariamente.
Si queremos como adultos ponerle un nombre a este tipo de aprendizaje, podemos llamarle de muchas formas:
Aprendizaje autónomo.
Aprendizaje vivencial.
Sólo se necesita una cosa. CONFIANZA en la capacidad de aprendizaje humana sin necesidad de interferencias ni manipulaciones.
Creo que deberíamos respetar el juego por lo que es: jugar por jugar, dándole la importancia y el respeto que se merece, siendo conscientes de la importancia que tiene para el desarrollo y la autorregulación infantil.



martes, 3 de junio de 2014

La importancia de acompañar la expresión emocional


Encuentro miles de talleres y cursos de gestión emocional,  cursos sobre como canalizar, gestionar y trasformar las emociones… puesto que muchos adultos somos incapaces de expresarlas o gestionarlas de forma adecuada. Como adultos ya  conocemos las consecuencias de  bloquear las emociones, pero tristemente nos hemos acostumbrado a poner al mal tiempo buena cara y a tirar “pa’lante”;  quizás aun las sentimos pero somos incapaces de expresarlas con naturalidad.

Nuestra estructura emocional básica ya esta fijada sobre los cuatro o los cinco años, esta estructura va a depender de que emociones hemos tenido que reprimir esos primeros años de vida.

 

Reprimir las emociones infantiles tiene consecuencias y lo sabemos, lo estamos viviendo en nuestro propio ser. Aun así nos resulta difícil acompañar las emociones de las criaturas sin reprimirlas o juzgarlas…

La pureza y la totalidad de las emociones infantiles son tan fuertes que asustan y  confunden al adulto cuyas emociones ya se ha acostumbrado a reprimir, la tendencia a bloquear la expresión emocional en las criaturas es que un adulto ya acorazado no las soporta.

¿Pensamos que por decirle a “un niño no llores”, su angustia va a desaparecer?
¿Pensamos que puede aguantarse las lágrimas y hacer desaparecer la angustia que esta sintiendo?

¿Que pasa cuando le pedimos a un niño que llora que se controle y deje de llorar ¿

El llanto es una descarga de su dolor y para detenerlo la criatura aguanta la respiración, se muerde los labios, evita el contacto visual, su garganta se estrecha, su mandíbula se tensa para aguantar el temblor de sus labios y su barbilla, aprieta los puños y los brazos, pasando de estremecerse rítmicamente mediante los sollozos,  a la inmovilidad.
A veces el niño consigue aguantarse, reprimirse y tragarse sus lágrimas, pues el miedo al castigo o al enfado del adulto es mayor que su necesidad de desahogo.
Si este patrón se repite muchas veces y con la suficiente intensidad, el niño/a  pierde la capacidad de llorar.
La misma dinámica sucede cuando obligamos al niño a tragarse su rabia.

Es así como perdemos la capacidad de contacto y nos endurecemos física y emocionalmente.



Si bloqueamos la expresión emocional la criatura se queda paralizada e indefensa, pero la angustia no desaparece y saldrá bajo otras formas muchas veces destructiva.

La expresión emocional es la forma que tenemos de descargar tensión y liberarnos de la angustia, si las emociones se descargan a medida que se producen existe equilibrio emocional.


Todos vivimos traumas y experiencias desagradables en la niñez, no son solo los traumas graves como abusos sexuales  físicos los que causan un daño permanente, los pequeños traumas constantes  que no encuentran una vía de escape (mas allá de la ocasional rabieta) pero no es el trauma en si el que causa un daño permanente si no la incapacidad de expresar las emociones asociadas al trauma.

Fuente: Una infancia en libertad
Matthew Appleton.