Muchas familias que optamos por una crianza respetuosa para
nuestras criaturas nos hemos planteado en algún momento ¿Qué pasa a la hora de escolarizar?
¿Es el momento donde finaliza la crianza respetuosa, para pasar a un sistema donde
es el niñ@ el que tiene se tiene que adaptar a la institución? ¿Qué pasa
entonces con la educación respetuosa que ha recibido hasta el momento? ¿Y el
respeto a sus ritmos?
Todas estas
cuestiones surgieron en mí a la hora de escolarizar.
Fue entonces cuando me planteé lo que
se conoce como escuela libre.
Es una decisión que
se debe estudiar en profundidad por que
dentro del concepto de escuela libre existe una variedad tan amplia de
metodologías y proyectos que puede ser difícil elegir.
Cada proyecto tiene
componentes propios que lo hacen diferente de los otros, por eso es muy
importante realizar una amplia investigación y decidir con las cosas claras.
Casi todos los
proyectos tienen líneas en común pero podemos encontrarnos con metodologías muy diferentes.
Casi todas las escuelas libres se definen con palabras como:
Libertad, respeto,
confianza en el niño y en sus capacidades de aprendizaje, no juicio, no
castigos, acompañamiento emocional, aprendizaje vivencial.
El juego libre y la curiosidad de las criaturas son el motor
de aprendizaje.
Los grupos de niños y niñas se crean de manera espontanea en
función de sus intereses.
No existe una programación ni un curriculum previo ya que
las propuestas tanto de los acompañantes como de los niños y las niñas surgen
de forma espontanea y se van generando según los intereses y necesidades de las
criaturas.
Los espacios están diseñados para fomentar la autonomía de
los niños y las niñas creando rincones o espacios de trabajo según las áreas.
Las actividades son
voluntarias, es decir el niño o la niña decide si las acepta o no ya que son
propuestas y no se obliga a los niños a aprender respetando el ritmo y la necesidad de cada
criatura.
La familia se considera la figura principal en la crianza y
la educación de los niños y las niñas, muchos de los proyectos son creados por
familias otros por grupos de educadores, pero en todos los casos la
participación de las familias es fundamental.
Ahora bien, dentro de este marco es fácil confundir, escuela
libre, escuela libertaria o pedagogías alternativas como pueden ser las
escuelas Waldorf o Montessori. (Que no son escuelas libres)
Apostar por este tipo de educación requiere esfuerzo para
las familias y los acompañantes porque la
gran mayoría de los proyectos son iniciativas privadas, es decir, que no
reciben ningún tipo de ayuda ni reconocimiento oficial, por lo que se
autogestionan con las cuotas de las familias
Además del tema económico
los proyectos, sobre todo los pequeños proyectos que se gestionan entre
familias requieren una gran capacidad organizativa y asamblearia, lo que supone
un desgaste también a nivel emocional, al menos para mí lo es…
Lo ideal, en mí
opinión, seria llevar este tipo de educación al sistema público, pongo el
ejemplo de la escuela El Martinet, en Ripollet.
En esta página ludus.org. están
recogidos muchos de los proyectos de escuelas libres o alternativas de España.
Y vosotr@s, ¿conocéis algún proyecto de escuela libre o
pedagogía alternativa? ¿Nos contáis vuestra experiencia?
Fuente: Xell