Para las
mamás que tratamos de criar a nuestros hijos de la forma más respetuosa
posible, la palabra Autorregulación es bien conocida y a unas más que a otras,
la autorregulación nos trae de cabeza.
Primero
tenemos que aguantar críticas y presiones a nivel social y muchas veces familiar
por nuestra forma de alimentar a nuestros hijos, si el bebé mama a demanda, es
que está todo el día a la teta, es que te toma el pezón por un chupete….
Si optamos
por lactancia prolongada... es que es muy mayor para la teta. Si le cogemos en
brazos, si colechas, si le dejas elegir, si le permites expresar sus emociones,
si no le llevas aún a la guarde. Vamos que se nos juzga por todo….
Y en segundo
lugar estamos nosotras, luchando por permitir a nuestro hijo que se autorregule
contra viento y marea.

Y por fin,
justo antes de que perdamos la cabeza aprendemos el arte de relativizar y de adaptar nuestra
forma de crianza a las normas sociales, sin sentirnos culpables por no llegar a
nuestro ideal de crianza y diferenciando lo óptimo de lo posible.
Las variables para que se de
autorregulación está condicionada por otros factores de tipo infraestructural,
social y cultural y no contar con ellas es situar la teoría de la
autorregulación no ya en el terreno de una bella utopía hacia la que tender,
sino más bien en la del idealismo. Se trata de reconocer nuestros límites
personales y sociales y hacer al fin y al cabo lo que podamos….
Fuentes
Ecología Infantil Xavier Serrano
Fuentes
Ecología Infantil Xavier Serrano
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