Cuando no puedo amarte incondicionalmente.
Cuando te grito para calmar mi rabia y mi frustración.
Cuando quisiera huir, porque no puedo soportar tu enfado o
tu llanto.
Cuando estoy emocionalmente ausente.
Cuando siento que aunque viva dos veces esto de ser madre me
queda grande.
Cuando todo esto pasa, entonces no soy tu madre, en esas
ocasiones la niña soy yo… la niña herida que trata de sanar a base de calditos
de conciencia…
Gracias hija, por tu paciencia, por tu comprensión y por
aceptar siempre un: lo siento.
Que identificada me siento con este texto, en ocasiones yo también me vuelvo niña. Y luego me culpo de ello por haberme mostrado así ante mi hijo. Un besazo
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita Baberos y Claquetas.
EliminarLa culpa...¿que pasa con ella?¿Nos la insertan en el paritorio? otra cosa que me tengo que trabajar .. la maldita culpa. Un abrazo
Leía el otro día: "Se sintió demasiado responsable y, por tanto, infinitamente culpable".
EliminarAbrazo
Estimado anónimo/a , puede ser , pero en este caso , no lo siento así... lo cambiaría por " se auto cuestiono, reflexiono y creció"
EliminarMuchas gracias por la visita y por el comentario
Un abrazo apretado para ti madre-niña. Que importante es darse cuenta de esto! Que afortunada tu hija.
ResponderEliminarMuchisimas gracias por el mensaje de apoyo y por el abrazo, no ha sido fácil escribir algo así, tenia miedo de sentirme juzgada, pero al contrario... he comprobado que somos muchas las que vemos y reconocemos las dificultades y las sombras de la crianza.
EliminarAbrazos
Es cierto... me encanta...
ResponderEliminar